Paremos la lesera
Andrés Meirovich Director Genesis Partners
- T+
- T-
Andrés Meirovich
La presidenta de la República nos sorprendió la semana pasada con el chilenismo que da el título a esta columna. Aparte de ser una expresión simpática, refleja un sentir de toda la población que en diferentes ámbitos exige una mejora en las condiciones en las cuales está actualmente.
En los últimos 15 meses, he tenido la suerte de poder vivir en Boston, Estados Unidos, y constantemente me he preguntado por qué hay países que tienen tanto éxito sin tener necesariamente una población más inteligente. La comunidad chilena en esta ciudad es muy grande y siempre destaca entre sus pares. La conclusión que he llegado es la necesidad de liderazgo, excelencia del servicio público, un sueño común y un marco regulatorio adecuado.
En cuanto a marco regulatorio me refiero a reglas del juego claras y pro inversión, esas que nos jactamos durante toda la década del 90, cuando nos hacíamos llamar los jaguares. Esas reglas que con los casos del financiamiento de la política y el no pago de impuestos se nos fueron al tacho de la basura. Ya nadie cree en las reglas para todos, sino que la gente está segura que las reglas son para algunos.
Si tomamos la excelencia en el servicio público, podemos mencionar como ejemplo que la “bajada” del gobierno de Singapur es “Integridad, Servicio, Excelencia”. Qué potentes palabras de un país que sin duda es el mejor ejemplo que existe en el mundo de que siendo un país pobre puede llegar a ser rico. ¿Cuánta gente creen ustedes que asociaría esas tres palabras con el servicio público chileno? Sería realmente para llorar.
El tercer punto es el sueño común. En una columna anterior comentamos sobre el término coordinating device, en el cual todo un país se une por un objetivo común. (Chile y su vuelta a la democracia o Sudáfrica en el mundial de futbol). Al menos yo no sé qué visión tenemos como Chile en 20 años. ¿Seguir siendo los jaguares? ¿O realmente pensar en las grandes ligas de desarrollo?.
El último punto es el liderazgo. Hoy en día es una palabra trillada, pero usada correctamente es muy potente. Si uno conversa con personeros de gobierno, ellos en privado aceptan que por ejemplo la reforma educacional debiese de ir por el financiamiento a los primeros años escolares, y no a dar gratuidad al sistema universitario, pero que se debe hacer porque fue una promesa de campaña y por los grupos de presión. Impresentable.
Lo más grave es que esto no pasa por el gobierno de turno, sino por una dinámica instalada desde hace un tiempo en donde los políticos no buscan el bien común, sino solo la reelección, porque trabajar en el servicio público es aferrarse a la “teta” y no un honor, porque los privados no hemos sido capaces de devolver la mano a la sociedad considerando que a los que no les va bien es porque son “flojos”, porque no valoramos la diversidad y nos sentimos cómodos solo con los iguales a “uno”. Porque tuvimos esperanzas con los dirigentes estudiantiles y terminaron siendo una versión joven de los políticos de la vieja escuela o simplemente comentaristas por twitter.
En fin, una suma de carencias que nos tienen con un crecimiento bajísimo y con el riesgo de perder el impulso ganado en las décadas pasadas. Por eso enérgicamente pido, PAREMOS LA LESERA!
Andrés Meirovich, director de Genesis Partners